Sacamos las fotos de rigor y tras la visita a las ruinas, regresamos a las motos, nos tomamos algo de beber junto a un puesto donde la señora, al enterarse que eramos españoles nos ha dado algo de conversación con eso de que estuvo en Mallorca hace muchos años.
Cuando le decimos que queremos ir al Pamukale, nos explica que en vez de volver por donde hemos venido para luego seguir la carretera, sigamos subiendo la montaña, que la carretera aunque es mas mala, corta con la que tenemos que pillar y nos ahorraremos unos kilómetros. Le damos la gracia por la información y continuamos el viaje.
Directamente le digo que cuanto cuesta, que queremos una habitación para dos personas, con dos camas y barata. Me enseña el folleto del hotel y me dice que nos la deja a 80 liras turcas (unos 24 €). Le digo que vale, pero que lo hablaré con mi compañero y rápidamente me dice que me baja el precio a 70 Liras (21€). Le insisto en que lo hablo con Javi y seguimos pa´lante hasta llegar al centro del pueblo.
Nos bajamos de las motos y le enseño a Javi el folleto (ya había escuchado toda la conversación por el intercomunicador). Decidimos preguntar en otros sitios, preguntamos en varios y algunos con buenas pintas y otros peor, pero no bajan de las 100 liras. - "Pues nada, iremos al del buscavidas ese, a ver como está el hotel y si es igual que en el folleto, ahora habrá que encontrar el sitio"-. En ese momento aparece el buscavidas en un scooter que andaba buscándonos, para decirnos que nos lleva al hotel …. jajaja (las cosas de la vida).
Llegamos al hotel y nos enseñan nuestra habitación, la verdad que mala pinta no tiene, lo dejamos en que está decente, tiene piscina y la habitación para estar una noche, está bien, y por tener, tenemos hasta un nido de golondrinas en el pasillo de la escalera. Por este precio no vamos a encontrar nada mejor.
Le preguntamos al muchacho que si tiene cervezas, nos dice que no, pero que si nos quedamos, nos consigue las que queramos... ea, pues trato hecho.Son las seis de la tarde y hemos decidido disfrutar de la piscina, así que le decimos que nos consiga algunas cervezas para tomarlas en la piscina y mientras, aprovechamos para cambiarnos y lavar la ropa, dejándola a secar en la barandilla de la terraza. Nos bajamos a la piscina y al poco tiempo aparecen las cervezas.
La cena no fue nada del otro mundo la verdad, no estaba mala pero tampoco fue memorable, algo normal. Eso si, las vistas desde la mesa al Pamukale merecían la pena.
Mientras cenamos, hablamos de lo que vamos a hacer mañana. Queremos visitar el Pamukale y darnos un baño en la piscinas de aguas termales que tiene. Hace unos años estuve aquí y recuerdo que se ponía de gente hasta la bola. Así que hemos decidido sacrificar el desayuno de mañana y, como abren a las 8 de la mañana, ser los primeros en entrar y verlo todo sin los autobuses de turistas.
A la mañana siguiente nos levantamos y nos fuimos a la puerta, no fuimos los primeros, pero bueno, ser los terceros tampoco está nada mal. Tenemos la suerte de ver toda la zona de las caídas del agua sin gente, subimos a la parte alta, vemos la parte de las ruinas y mas tarde nos acercamos a la piscina con las aguas termales.
La vez anterior que estuve aquí, no me pude bañar. En esa ocasión viajaba con mas gente, alquilamos una furgoneta y vinimos desde Antalya
Lo peor que le puede pasar a alguien que le gusta viajar es hacerlo con "viajeros catetos" que prefieren irse a las tiendas a comprar souvenirs que aprovechar estos momentos y disfrutar de este lugar, y eso es lo que pasó.
Llegamos vimos la zona de la caída del agua y al rato ya la mayoría estaban diciendo que aquí no había tiendas y que si volvíamos ya, les daba tiempo llegar a Antalya para ir de tiendas. Como eramos varios y no conducía yo la furgoneta, pues nos tocó irnos no sin antes, prometerme que volvería para bañarme algún día... hoy toca cumplir una promesa.
Nos pegamos un largo baño en la mítica piscina con columnas romanas y aguas termales.
A eso de las 11 nos salimos del agua y regresamos al hotel, no sin antes ver el circo que había montado ya en la zona de la caída del agua. Todo un acierto el venir temprano.
Llegamos al hotel, preparamos todas las cosas, cargamos las motos y ea, a continuar nuestro periplo por Turquía.
Vídeo resumen de la 1ª parte del relato
Salimos a eso de las 12h, muertos de hambre la verdad. Ya que no hemos desayunado. Paramos a echar gasolina y aprovechamos esta excusa para comer algo en una cafetería/restaurante que hay junto a esta.
Preguntamos que tienen pero como no nos entienden, nos enseñan la comida y señalamos lo que queremos comer. Nos decantamos por una especie de carne en salsa y arroz. A los pocos minutos nos ponen la comida y una ensalada de tomate.
- “Killo, creo que se nos ha ido la mano pidiendo”
- “Pa mi que si... menos mal que venimos con hambre”
A eso de las 18h ya nos planteamos buscar donde dormir, pasamos un pueblo pero no nos convence nada, así que continuamos hasta llegar a una gasolinera, donde preguntamos al primero que nos encontramos si hay algún sitio cerca donde podamos domir.
Al respondernos, nos sorprende que se defiende bien en ingles. "Ertük", que así se llama el muchacho, nos dice que tiene una pequeña casa detrás de la montaña que tenemos frente a nosotros, en la costa.
Nos explica que es una zona de casas de agricultores y pescadores, una zona familiar, y que frente a esta costa se pueden ver algunas islas griegas.
Nos explica que es una zona de casas de agricultores y pescadores, una zona familiar, y que frente a esta costa se pueden ver algunas islas griegas.
Llegamos a la casa, es muy pequeña, tiene un pequeño huerto donde, a parte de tomates, tiene olivos, un par de perales y algunas higueras.
Nos bajamos, y pillamos de la moto solo lo esencial (un pantalón, la camiseta, las chanclas, bolsa aseo...). Entramos en la parcela y nos descalzamos en la entrada de la casa, dejando las botas en un lugar apartado.
Nos explica que podemos dormir uno en la cama y otro en el sofá, y nos saca unas sábanas. También comenta que para cenar va a hacer una barbacoa. Mientras hacemos tiempo para la hora de la cena, saca tres cervezas y unos frutos secos. Pues nada, aquí estamos, como unos señores, tomando cervezas, en una casa de campo, con el ruido de las cigarras, las gallinas y el canto de algún gallo.
Nos comenta que habla inglés porque estuvo trabajando varios años en Holanda, y nos comentó su vida, que tenía un hijo en Holanda, etc...(pero eso ya son temas personales que se quedan solo en nuestra memoria).
En una de las veces que se levanta dice que se ha quedado sin cervezas, y que avisará al vecino para que compre algunas y las traiga cuando venga. A esto le indicamos que se las pagamos nosotros, que menos.
Al rato llega el vecino, con la cerveza y la comida. Ertük nos presenta a “Colega” (nos hartamos de todos de reír cuando le explicamos lo que significa en español). El vecino es un hombre calvo, de mas de 50 años, pero no lo aparenta para nada, se ve que hace mucho deporte. No habla ingles, solo turco y alemán, ya que ha estado toda su vida viviendo en ese país, tiene la doble nacionalidad. Se prejubiló y ahora ha regresado a la casa que tenían sus padres aquí. Se dedica a pescar, cazar y pasar el tiempo. Vive a unos 300m de nuestro anfitrión, en una casa que no tiene luz.
En los 80 estaba muy metido en el mundo de la música, uno de sus mejores amigos era, uno de los que cantaba en Milli Vanilli (pero no los que hacian el playback, de los que cantaban de verdad en la sombra) y como es lógico, sabía ese secreto antes de que se hiciese público y se liara el escándalo. También nos comenta que fue el guardaespaldas de los Moder Talking y que incluso se le ve en uno de los vídeos de la banda (cuando aún tenía pelo)... vamos, lo que os digo, todo un personaje.
Como ya ha oscurecido, Ertük encienden las luces del porche de la casa, una hilera de luces Leds verdes, mientras nos dice: - "¿a que parece una discoteca?"- , y enciende el equipo de música con los mejores éxitos de los 80.
Por un lado nuestro anfitrión está preparando la ensalada, aliñandola y removiéndola con las manos. Por otro lado, Colega repara el pollo, lo moja con un poco de salsa casera y lo pone en la barbacoa con un buen puñado de chilis.
Mientras, nuestro anfitrión ha ido al interior de la casa y sale con tres escopetas, según él... "por si acaso". Colega le comenta algo, se va a su casa y regresa con una cuarta escopeta, pero esta la tiene de colección. Nos explica que era de su abuelo, la escopeta tiene 100 años, perteneció al ejercito francés y que las manchas que tiene el cañón, son restos de sangre seca.
A esto que salta Javi con el cachondeo: - "No...si en verdad esta gente son der carajo, lo malo es que sean unos Latin Lovers y nos embarbeten la escopeta por el culo…"-
Pues nada, ya con las escopetas repartidas por el porche de la casa nos ponemos a cenar todos juntos. Javi como era de esperar, trató de evitar su encuentro con el chilli hasta que, le ofrecieron uno. Los dos sabíamos que este momento iba a llegar, y aunque quede de cabrón y mal amigo, yo lo estaba deseando.
Primero lo pruebo yo, a modo de conejillo de indias . Me como un chili de esos y os puedo asegurar que me ardía la boca por dentro, hacía mucho tiempo que no comía algo tan picante. Llega el turno de Javi, le pega el mismo mosdisquito que le puede dar un ratón a una galleta y se le cambia automáticamente la cara. Le pica tanto que no puede seguir y lo deja en el plato. Ertük pilla el chilli que ha dejado Javi, lo prueba y le dice: -"es nornal, este no pica"-. Mientras ocurre esta escena, yo estoy como buen amigo, descojonandome de risa, al igual que Colega.
Quitando el picante de los chillis, la cena fue estupenda, el pollo estaba buenísimo. Como se nota el sabor de un pollo que ha estado viviendo, picoteando a su bola en el campo, a lo que nos venden en España como pollo.
Nos explica que esa es la bandera de los auténticos turcos, esa de las tres lunas y también la imagen del lobo con la luna. Y nos enseña Coleta el tatuaje del lobo que tiene en la espalda.
También nos dice que están cansados de recibir refugiados sirios en la zona y como su país, lleva años reclamando a Europa que los ayuden en este sentido y como Europa mira para otro lado. Me quedaré con una de las frases que nos dijeron durante la conversación: -"Nosotros somos turcos, auténticos turcos, si viene Isis... no huiremos, aquí los estaremos esperando con nuestras escopetas y de aquí no pasarán".
Si los leds verdes del porche ya eran extraños, mas extraña aún era la luz del interior de la casa... la misma ilera de Leds, pero de color azul. Realmente parece que vamos a dormir dentro de una discoteca. Sorteamos la cama y el sofá. A mi me toca el sofá, mientras preparo las cosas para dormir, veo que algo se mueve entre los cojines... - "¿uuuy, eso que es?"-, me acerco y veo una cigarra que quiere compartir el sofá conmigo. Como me apetece dormir solo, la pillo y la saco fuera de la casa. Ya solo nos faltaba que por la mañana se ponga a cantar con su soniquete y nos despierte al salir el sol.
A eso de las 9 nos despertamos y hacemos tiempo hasta que aparecen nuestros amigos. Preparan café y mientras recogemos las cosas.
Nos explican algo sobre las carreteras, ruta y demás. Les damos las gracias por su hospitalidad, les regalamos un par de camisetas y nos deseamos todos suerte en la vida. La verdad que nos marchamos del lugar con un bonito recuerdo.
Lo mejor de los viajes son estos momentos y la hospitalidad de la gente.
Nos metemos, con el miedo del recuerdo del antro de mierda de la otra noche, pero afortunadamente fue lo contrario, cenamos tela de bien: una sopa, unos garbanzos con una salsa parecida a los callos y carne estofada con patatas.
Regreso al hotel, un par de cervezas y subimos a la habitación a ver quién es el primero en tener una contractura cervical por tener el cuello doblado.
Hospitalidad Turca
La idea de hoy es cambiar de continente, llegar al puerto de Canakkale y pasar ya a la parte europea en ferry, una vez aquí, avanzar lo máximo posible y dormir cerca de la frontera griega.
Salimos de nuevo a la carretera y enfilamos camino a Troya. Pasar por esta zona y no ver las ruinas de esta ciudad y su caballo, sería un pecado. Tras algunas paradas para tomar un té y picotear algo, llegamos a Troya.
Sacamos un par de fotos, compramos algún recuerdo y nos montamos en el famoso caballo.
- "Manué… el caballo este es un poquito feo ¿no?. Dudo mucho que fuese así el de verdad"-
- "Pues si, luego al pillar el ferry nos acercamos a ver el otro, que es mucho mas realista"-
Abandonamos Troya y a los pocos kilómetros llegamos a Canakkale, aquí se supone que hay ferrys que cruzan a la parte europea. Vamos buscando el puerto y de paso, el caballo de Troya que tiene esta ciudad. Llegamos a una especie de paseo marítimo, avanzamos unos metros y de pronto, lo encontramos frente a nosotros... “El caballo de Troya”.
Este es el caballo de Troya que se utilizó en la película con el mismo nombre. Al final el rodaje, la productora se lo regaló a la ciudad y desde entonces, lo tienen expuesto junto al puerto. Nos hacemos las fotos de rigor, nos acercamos a un cajero cercano a sacar dinero y vamos a la zona de los ferries a embarcar.
Paramos la moto en una ventanilla, parecidas a la de los peajes, donde venden los ticket. Hay varios pueblos en el otro lado de la costa, y un ferry directo a cada uno, como lo que queremos es llegar al otro lado y nos da igual a el pueblo que sea, preguntamos por el primero que sale. Al entregarnos el ticket nos indica señalando: - “Es ese”. Embarcamos y en 5 minutos, salimos de regreso a nuestro continente.
El trayecto dura unos escasos 10 minutos, desembarcamos, enfilamos la carretera destino a Gelibolu, que es donde al final pararemos a dormir. Esta atardeciendo y no queremos que se nos pille la noche. Entramos en la ciudad sorteando una kilométrica caravana de camiones y coches, que van a embarcar (ni idea de a donde).
Vemos un hotel, la verdad que con muy buena pinta, suponemos que se nos va de presupuesto. Aparcamos, entramos a consultar y parece ser que solo les queda una, nos pide 180 liras por la habitación doble. Le explicamos que es demasiado caro y nos responde que al puerto de embarque, todos los hoteles están sobre el mismo precio y casi todos completos. Si la queremos, nos podría bajar a 160 liras, pero no más. Le comentamos que consultaremos en el resto y si no, pues volveremos.
Preguntamos en varios hoteles, con mejor o peor pinta y efectivamente, todos o están completos o el precio es mucho más caro. También preguntamos si hay algún camping cerca o algo y nadie nos sabe contestar. Pues nada, viendo que es lo único que hay, no nos queda otra.
Regresamos y cogemos esa habitación. Nos dicen que aparcamos en uno de los laterales del hotel, donde tienen una pequeña terraza con un par de mesas, ya que tienen cámaras y las podrán vigilar.
Aparcamos las motos, subimos las cosas a la habitación, es una buhardilla en la que, si yo pego en algunas partes con la cabeza en el techo, Javi lo hace por casi toda la habitación.
El somier de la cama no tiene patas (lógico, para no pegarte al levantarte), todo el techo está inclinado, el baño está oculto tras unas cortinas (no tiene paredes ni puerta) y la ducha, es el único sitio donde Javi no tiene que agacharse.
- "Ya veo yo porqué es la única que les quedaba".
- "Tiene tela la cosa….jajaja".
Me ducho, hago la colada y como tenemos ventana y no terraza, la abro y la tiendo estirándola en el tejado. Mientras Javi hace lo propio me bajo a la recepción.
Una de las cosas por las que nos venía bien encontrar un hotel, es porque tenía que hacer unas gestiones con el seguro de la moto.
El seguro de la moto me caducó a los pocos días de entrar en Turquía, ya sabía que esto ocurriría, pero como lo tengo para que se renueve solo, no hay problema. En caso de pasar cualquier cosa, sigo con mi cobertura ya que está renovado. El inconveniente es que claro, la fecha del papel que llevo y la carta verde constan como que ya está caducado, y en estos sitios, por mucho que expliques, no vale para nada. A parte que para salir del país y entrar en Grecia, supongo que me pedirán este colorido papel, y si la fecha que marca está caducada, no se si me dejarán entrar el vehículo o cualquiera sabe que puede pasar.
El caso es que antes de salir solicité si me podían adelantar una copia, como no era posible, entonces hable personalmente con la gestora, acordé con ellos en que cuando me caducara y me lo actualizaran, me la enviarían por e-mail para poder imprimir el papel y adjuntarlo con la documentación de la moto. Hasta aquí todo correcto. El problema es que ha pasado una semana, el seguro está pagado y aún no me lo han enviado. A lo largo de estos días lo he reclamado a través de varios e-mails y un par de llamadas a precio de conferencia. Miro el correo y no está (...hijos de puta), miro el reloj y como aún es hora de oficina en España llamo y pregunto por la chica que "teóricamente" me lleva la gestión.... “no está”. Le comento a la compañera quien soy y que es lo que me pasa (que ya también estaba al tanto) y me dice que no encuentra el correo del seguro, y que ya no volverá la compañera vuelva.
- "Shosho… que yo mañana tengo que cruzar una frontera con el papel, sí o sí".
Viendo que no me arreglan nada, llamo al teléfono de atención al extranjero del Seguro. Si cuando les llama el "Calleja" se lo arreglan en el momento, supongo que conmigo pasará lo mismo, que por algo es la misma compañía. Le explico lo que me pasa y me dicen que no pueden hacer nada, que todas las gestiones las tengo que realizar con la gestora de la localidad.... - "¡Anda y vete ar carajo!"-. Joeeeeer… que yo solo quiero la copia de mi carta verde.
Pues nada, entre una cosa y otra son las 21h y aquí estoy yo con una carta verde con la fecha caducada y una frontera por delante, donde no se si me la van a pedir o no. Si no me la piden al salir no pasa nada, pero por delante tenemos aún muchas fronteras por las que pasar: Grecia, Macedonia; Albania, Montenegro y Croacia... Con que tenga mala suerte en una, ya tengo el viaje echado.
Baja Javi, nos pedimos unas cervezas y unos frutos secos, comienzo a maquinar hasta dar con la solución:
- "Killo...arreglado, falsificaré la que tengo. Pídeme otra cerveza, que esto me va a llevar un ratito"-
No explicaré como, pero al rato ya tenía mi carta verde con la fecha actualizada. Esto es algo que no se debe hacer nunca, yo me vi obligado por la situación y por la ineficacia del seguro. Miedo me da tener un accidente con esta gente.
Me acerco al recepcionista y le pregunto si podría utilizar impresora, el hombre amablemente me dice que sin problemas. pero resulta que es el blanco y negro, no es en color y claro, la carta tiene que pasar por la original. Le preguntamos por un sitio donde impriman en color y nos dice un par de sitios.
Bueno, ya iremos mañana por la mañana que ya, la hora que es está todo cerrado. Doy por finalizado mi trabajo como falsificador internacional y salimos a cenar algo.
Nos damos una vuelta y encontramos lo que, en España sería una "tasca" donde hay un mostrador con dos cocineros que no paran de poner comidas y hay varias familias comiendo.
Sacamos un par de fotos, compramos algún recuerdo y nos montamos en el famoso caballo.
- "Pues si, luego al pillar el ferry nos acercamos a ver el otro, que es mucho mas realista"-
Este es el caballo de Troya que se utilizó en la película con el mismo nombre. Al final el rodaje, la productora se lo regaló a la ciudad y desde entonces, lo tienen expuesto junto al puerto. Nos hacemos las fotos de rigor, nos acercamos a un cajero cercano a sacar dinero y vamos a la zona de los ferries a embarcar.
Paramos la moto en una ventanilla, parecidas a la de los peajes, donde venden los ticket. Hay varios pueblos en el otro lado de la costa, y un ferry directo a cada uno, como lo que queremos es llegar al otro lado y nos da igual a el pueblo que sea, preguntamos por el primero que sale. Al entregarnos el ticket nos indica señalando: - “Es ese”. Embarcamos y en 5 minutos, salimos de regreso a nuestro continente.
El trayecto dura unos escasos 10 minutos, desembarcamos, enfilamos la carretera destino a Gelibolu, que es donde al final pararemos a dormir. Esta atardeciendo y no queremos que se nos pille la noche. Entramos en la ciudad sorteando una kilométrica caravana de camiones y coches, que van a embarcar (ni idea de a donde).
Vemos un hotel, la verdad que con muy buena pinta, suponemos que se nos va de presupuesto. Aparcamos, entramos a consultar y parece ser que solo les queda una, nos pide 180 liras por la habitación doble. Le explicamos que es demasiado caro y nos responde que al puerto de embarque, todos los hoteles están sobre el mismo precio y casi todos completos. Si la queremos, nos podría bajar a 160 liras, pero no más. Le comentamos que consultaremos en el resto y si no, pues volveremos.
Preguntamos en varios hoteles, con mejor o peor pinta y efectivamente, todos o están completos o el precio es mucho más caro. También preguntamos si hay algún camping cerca o algo y nadie nos sabe contestar. Pues nada, viendo que es lo único que hay, no nos queda otra.
Aparcamos las motos, subimos las cosas a la habitación, es una buhardilla en la que, si yo pego en algunas partes con la cabeza en el techo, Javi lo hace por casi toda la habitación.
El somier de la cama no tiene patas (lógico, para no pegarte al levantarte), todo el techo está inclinado, el baño está oculto tras unas cortinas (no tiene paredes ni puerta) y la ducha, es el único sitio donde Javi no tiene que agacharse.
- "Tiene tela la cosa….jajaja".
Me ducho, hago la colada y como tenemos ventana y no terraza, la abro y la tiendo estirándola en el tejado. Mientras Javi hace lo propio me bajo a la recepción.
Una de las cosas por las que nos venía bien encontrar un hotel, es porque tenía que hacer unas gestiones con el seguro de la moto.
Pues nada, entre una cosa y otra son las 21h y aquí estoy yo con una carta verde con la fecha caducada y una frontera por delante, donde no se si me la van a pedir o no. Si no me la piden al salir no pasa nada, pero por delante tenemos aún muchas fronteras por las que pasar: Grecia, Macedonia; Albania, Montenegro y Croacia... Con que tenga mala suerte en una, ya tengo el viaje echado.
Baja Javi, nos pedimos unas cervezas y unos frutos secos, comienzo a maquinar hasta dar con la solución:
Bueno, ya iremos mañana por la mañana que ya, la hora que es está todo cerrado. Doy por finalizado mi trabajo como falsificador internacional y salimos a cenar algo.
Nos metemos, con el miedo del recuerdo del antro de mierda de la otra noche, pero afortunadamente fue lo contrario, cenamos tela de bien: una sopa, unos garbanzos con una salsa parecida a los callos y carne estofada con patatas.
Regreso al hotel, un par de cervezas y subimos a la habitación a ver quién es el primero en tener una contractura cervical por tener el cuello doblado.
Vídeo resumen de la 2ª parte del relato