Diario de un Mosquito

martes, 17 de mayo de 2016

Destino Mármara 7 (Finike a Gelibolu)


Al amanecer, subimos a desayunar, cargamos las motos y volvemos por tercera vez, a recorrer la carretera hacia el pueblo de "walking dead", a diferencia de ayer tarde, ya hay vida en el lugar, pero vamos, tampoco para tirar cohetes.

Encontramos las ruinas de la ciudad de Myra entre los invernaderos. Para la hora que es, hace mucho calor, así que nada mas llegar, aparcamos las motos junto a una fuente, directamente me empapo entero y vamos a echar un ojo a sus famosas construcciones en la roca y su teatro romano.

Sacamos las fotos de rigor y tras la visita a las ruinas, regresamos a las motos, nos tomamos algo de beber junto a un puesto donde la señora, al enterarse que eramos españoles nos ha dado algo de conversación con eso de que estuvo en Mallorca hace muchos años. 
Cuando le decimos que queremos ir al Pamukale, nos explica que en vez de volver por donde hemos venido para luego seguir la carretera, sigamos subiendo la montaña, que la carretera aunque es mas mala, corta con la que tenemos que pillar y nos ahorraremos unos kilómetros. Le damos la gracia por la información y continuamos el viaje.

Seguimos hacia el interior hasta llegar a Pamukale, otra de las visitas obligatorias de nuestro viaje. Nada mas entrar en el pueblo, un buscavidas que está sentado en una mesa, no ve llegar, se levanta rápido como un rayo y se pone a correr al encuentro de las motos, me paro (más que nada por no atropellarlo) y me pregunta si queremos hotel.

Directamente le digo que cuanto cuesta, que queremos una habitación para dos personas, con dos camas y barata. Me enseña el folleto del hotel y me dice que nos la deja a 80 liras turcas (unos 24 €). L
e digo que vale, pero que lo hablaré con mi compañero y rápidamente me dice que me baja el precio a 70 Liras (21€). Le insisto en que lo hablo con Javi y seguimos pa´lante hasta llegar al centro del pueblo.

Nos bajamos de las motos y le enseño a Javi el folleto (ya había escuchado toda la conversación por el intercomunicador). Decidimos preguntar en otros sitios, preguntamos en varios y algunos con buenas pintas y otros peor, pero no bajan de las 100 liras. - "Pues nada, iremos al del buscavidas ese, a ver como está el hotel y si es igual que en el folleto, ahora habrá que encontrar el sitio"-. En ese momento aparece el buscavidas en un scooter que andaba buscándonos, para decirnos que nos lleva al hotel …. jajaja (las cosas de la vida).
Llegamos al hotel y nos enseñan nuestra habitación, la verdad que mala pinta no tiene, lo dejamos en que está decente, tiene piscina y la habitación para estar una noche, está bien, y por tener, tenemos hasta un nido de golondrinas en el pasillo de la escalera. Por este precio no vamos a encontrar nada mejor.

Le preguntamos al muchacho que si tiene cervezas, nos dice que no, pero que si nos quedamos, nos consigue las que queramos... ea, pues trato hecho.

Son las seis de la tarde y hemos decidido disfrutar de la piscina, así que le decimos que nos consiga algunas cervezas para tomarlas en la piscina y mientras, aprovechamos para cambiarnos y lavar la ropa, dejándola a secar en la barandilla de la terraza. Nos bajamos a la piscina y al poco tiempo aparecen las cervezas.

De la piscina salimos nuevos, nos pegamos una ducha y nos vamos a dar una vuelta por el pueblo, echando de paso un ojo a ver donde vamos a cenar. Al final nos metemos en uno donde un señor mayor, al vernos pasar nos chapurreó en español. Mientras charlamos con el, vemos que en la puerta tiene varias pegatinas de recomendaciones de webs y guías de viaje. Vale, pues aquí mismo.  

La cena no fue nada del otro mundo la verdad, no estaba mala pero tampoco fue memorable, algo normal. Eso si, las vistas desde la mesa al Pamukale merecían la pena.




Mientras cenamos, hablamos de lo que vamos a hacer mañana. Queremos visitar el Pamukale y darnos un baño en la piscinas de aguas termales que tiene. Hace unos años estuve aquí y recuerdo que se ponía de gente hasta la bola. Así que hemos decidido sacrificar el desayuno de mañana y, como abren a las 8 de la mañana, ser los primeros en entrar y verlo todo sin los autobuses de turistas.


A la mañana siguiente nos levantamos y nos fuimos a la puerta, no fuimos los primeros, pero bueno, ser los terceros tampoco está nada mal. Tenemos la suerte de ver toda la zona de las caídas del agua sin gente, subimos a la parte alta, vemos la parte de las ruinas y mas tarde nos acercamos a la piscina con las aguas termales.

La vez anterior que estuve aquí, no me pude bañar. En esa ocasión viajaba con mas gente, alquilamos una furgoneta y vinimos desde Antalya
Lo peor que le puede pasar a alguien que le gusta viajar es hacerlo con "viajeros catetos" que prefieren irse a las tiendas a comprar souvenirs que aprovechar estos momentos y disfrutar de este lugar, y eso es lo que pasó.


Llegamos vimos la zona de la caída del agua y al rato ya la mayoría estaban diciendo que aquí no había tiendas y que si volvíamos ya, les daba tiempo llegar a Antalya para ir de tiendas. Como eramos varios y no conducía yo la furgoneta, pues nos tocó irnos no sin antes, prometerme que volvería para bañarme algún día... hoy toca cumplir una promesa.

Nos pegamos un largo baño en la mítica piscina con columnas romanas y aguas termales.
A eso de las 11 nos salimos del agua y regresamos al hotel, no sin antes ver el circo que había montado ya en la zona de la caída del agua. Todo un acierto el venir temprano.

Llegamos al hotel, preparamos todas las cosas, cargamos las motos y ea, a continuar nuestro periplo por Turquía. 




 Vídeo resumen de la 1ª parte del relato



Salimos a eso de las 12h, muertos de hambre la verdad. Ya que no hemos desayunado. Paramos a echar gasolina y aprovechamos esta excusa para comer algo en una cafetería/restaurante que hay junto a esta.

Preguntamos que tienen pero como no nos entienden, nos enseñan la comida y señalamos lo que queremos comer. Nos decantamos por una especie de carne en salsa y arroz. A los pocos minutos nos ponen la comida y una ensalada de tomate.


- “Killo, creo que se nos ha ido la mano pidiendo”
- “Pa mi que si... menos mal que venimos con hambre”

En esto que Javi prueba la ensalada de tomate y... se le cambia la cara. La ensalada lleva chili y el muchacho no se habla con el picante. La pruebo y efectivamente, pica tela, pero está buena y la carne aún mejor (supongo que también influye el hambre que tenemos). Terminamos de comer, miramos el mapa y a seguir, que hoy queremos pegarle una buena paliza al mapa. 

El día es muy aburrido, a medida que nos acercamos a la costa comienza a haber más tráfico y ser mas pesada la conducción. Por la poblaciones de costa ya empiezan las caravanas, semáforos...estamos hartos y deseando salir de esta zona.

A eso de las 18h ya nos planteamos buscar donde dormir, pasamos un pueblo pero no nos convence nada, así que continuamos hasta llegar a una gasolinera, donde preguntamos al primero que nos encontramos si hay algún sitio cerca donde podamos domir.

Al respondernos, nos sorprende que se defiende bien en ingles. "Ertük", que así se llama el muchacho, nos dice que tiene una pequeña casa detrás de la montaña que tenemos frente a nosotros, en la costa.
Nos explica que es una zona de casas de agricultores y pescadores, una zona familiar, y que frente a esta costa se pueden ver algunas islas griegas.

Si queremos, podemos dormir en su casa y el se irá a dormir a la de su vecino. Aceptamos la invitación. Como está a unos kilómetros se ofrece a guiarnos y ni corto ni perezoso se monta en la moto de Javi. Tiramos para su casa por una pista de tierra y a los pocos kilómetros, llegamos a una zona salpicada por pequeñas casas bajas, con corrales de gallinas y sus grupos de ancianos sentados en la silla en medio de la calles de tierra y grava.

Llegamos a la casa, es muy pequeña, tiene un pequeño huerto donde, a parte de tomates, tiene olivos, un par de perales y algunas higueras.
Nos bajamos, y pillamos de la moto solo lo esencial (un pantalón, la camiseta, las chanclas, bolsa aseo...). Entramos en la parcela y nos descalzamos en la entrada de la casa, dejando las botas en un lugar apartado. 


La humilde casa tiene un pequeño salón dormitorio, donde hay una cama y un sofá, una cocina y un baño. La casa está ordenada según el sistema milenario de -"¿esto cabe aquí? Pues aquí se queda"-

Nos explica que podemos dormir uno en la cama y otro en el sofá, y nos saca unas sábanas. También comenta que para cenar va a hacer una barbacoa. Mientras hacemos tiempo para la hora de la cena, saca tres cervezas y unos frutos secos. Pues nada, aquí estamos, como unos señores, tomando cervezas, en una casa de campo, con el ruido de las cigarras, las gallinas y el canto de algún gallo.


Nos extraña que siendo musulmán tenga alcohol, y como es lógico, se lo preguntamos. Nuestro anfitrión nos explica que aunque es musulmán, no ve correcto tantas imposiciones (rezos, trato a la mujer, etc), él bebe alcohol (no en exceso) y no reza obligatoriamente las veces que le marcan, reza cuanto tiene la necesidad. Como el dice, esto lo hacen muchos musulmanes a escondidas, pero el no tiene porque esconderse.
Nos comenta que habla inglés porque estuvo trabajando varios años en Holanda, y nos comentó su vida, que tenía un hijo en Holanda, etc...(pero eso ya son temas personales que se quedan solo en nuestra memoria).

En una de las veces que se levanta dice que se ha quedado sin cervezas, y que avisará al vecino para que compre algunas y las traiga cuando venga. A esto le indicamos que se las pagamos nosotros, que menos. 

Al rato llega el vecino, con la cerveza y la comida. Ertük nos presenta a “Colega” (nos hartamos de todos de reír cuando le explicamos lo que significa en español). El vecino es un hombre calvo, de mas de 50 años, pero no lo aparenta para nada, se ve que hace mucho deporte. No habla ingles, solo turco y alemán, ya que ha estado toda su vida viviendo en ese país, tiene la doble nacionalidad. Se prejubiló y ahora ha regresado a la casa que tenían sus padres aquí. Se dedica a pescar, cazar y pasar el tiempo. Vive a unos 300m de nuestro anfitrión, en una casa que no tiene luz.

La vida de este nuevo personaje tiene que haber sido tela de interesante. Parece ser que en su juventud, fue luchador profesional de Full Contat, llegando a ser campeón de Europa de su categoría. Nos hartamos de reír cuando nos contó que ganó en un combate al mismísimo Jean-Cloe Vandame, cuando este aún no era famoso.
En los 80 estaba muy metido en el mundo de la música, uno de sus mejores amigos era, uno de los que cantaba en Milli Vanilli (pero no los que hacian el playback, de los que cantaban de verdad en la sombra) y como es lógico, sabía ese secreto antes de que se hiciese público y se liara el escándalo. También nos comenta que fue el guardaespaldas de los Moder Talking y que incluso se le ve en uno de los vídeos de la banda (cuando aún tenía pelo)... vamos, lo que os digo, todo un personaje.


Comienzan a preparar la barbacoa, nos levantamos para ayudarlos y nos dicen que no, que somos sus invitados y que nos tomemos otra cerveza.
Como ya ha oscurecido, Ertük encienden las luces del porche de la casa, una hilera de luces Leds verdes, mientras nos dice:  - "¿a que parece una discoteca?"- , y enciende el equipo de música con los mejores éxitos de los 80.

Para cenar van a hacer una ensalada de tomate, pepino, cebolla, aceitunas y... para desgracia de Javi... chili. Pero eso no es todo, para rizar el rizo, el pollo de la barbacoa lo van a acompañar de un montón de chilli, que Javi tendrá al menos que probar por cortesía.

Por un lado nuestro anfitrión está preparando la ensalada, aliñandola y removiéndola con las manos. Por otro lado, Colega repara el pollo, lo moja con un poco de salsa casera y lo pone en la barbacoa con un buen puñado de chilis.


Mientras, nuestro anfitrión ha ido al interior de la casa y sale con tres escopetas, según él... "por si acaso". Colega le comenta algo, se va a su casa y regresa con una cuarta escopeta, pero esta la tiene de colección. Nos explica que era de su abuelo, la escopeta tiene 100 años, perteneció al ejercito francés y que las manchas que tiene el cañón, son restos de sangre seca.

A esto que salta Javi con el cachondeo: - "No...si en verdad esta gente son der carajo, lo malo es que sean unos Latin Lovers y nos embarbeten la escopeta por el culo…"- 

Pues nada, ya con las escopetas repartidas por el porche de la casa nos ponemos a cenar todos juntos. Javi como era de esperar, trató de evitar su encuentro con el chilli hasta que, le ofrecieron uno. Los dos sabíamos que este momento iba a llegar, y aunque quede de cabrón y mal amigo, yo lo estaba deseando.


Primero lo pruebo yo, a modo de conejillo de indias . Me como un chili de esos y os puedo asegurar que me ardía la boca por dentro, hacía mucho tiempo que no comía algo tan picante. Llega el turno de Javi, le pega el mismo mosdisquito que le puede dar un ratón a una galleta y se le cambia automáticamente la cara. Le pica tanto que no puede seguir y lo deja en el plato. Ertük pilla el chilli que ha dejado Javi, lo prueba y le dice: -"es nornal, este no pica"-. Mientras ocurre esta escena, yo estoy como buen amigo, descojonandome de risa, al igual que Colega.

Quitando el picante de los chillis, la cena fue estupenda, el pollo estaba buenísimo. Como se nota el sabor de un pollo que ha estado viviendo, picoteando a su bola en el campo, a lo que nos venden en España como pollo.


Durante la cena nos contamos mutuamente la vida y como es lógico las cosas que están pasando en Europa, mientras caen cervezas. En una de estas, le pregunta Javi que porqué la bandera turca que tiene en la puerta, tiene tres lunas en vez de una.
Nos explica que esa es la bandera de los auténticos turcos, esa de las tres lunas y también la imagen del lobo con la luna. Y nos enseña Coleta el tatuaje del lobo que tiene en la espalda.


También nos dice que están cansados de recibir refugiados sirios en la zona y como su país, lleva años reclamando a Europa que los ayuden en este sentido y como Europa mira para otro lado. Me quedaré con una de las frases que nos dijeron durante la conversación:  -"Nosotros somos turcos, auténticos turcos, si viene Isis... no huiremos, aquí los estaremos esperando con nuestras escopetas y de aquí no pasarán".


Nota: Todo esto ocurrió antes del boom que hubo en las noticias de los refugiados sirios, las barcas, etc. Unos días mas tarde, en Macedonia, veremos la realidad sobre este tema, cuando aún en las noticias casi ni existía esta realidad. Al mes de regresar a España ya las noticias comenzaron a hacerse eco de esto.

Tras la cena, nos fuimos a la playa a tomarnos lo que nos queda de la botella de ron, en la orilla frente a unas pequeñas islas griegas. Ya entrada la madrugada regresamos a la casa y nuestro anfitrión se marcha a la del vecino, no sin antes, dejarnos las escopetas cargadas… siempre "por si acaso".

Si los leds verdes del porche ya eran extraños, mas extraña aún era la luz del interior de la casa... la misma ilera de Leds, pero de color azul. Realmente parece que vamos a dormir dentro de una discoteca. Sorteamos la cama y el sofá. A mi me toca el sofá, mientras preparo las cosas para dormir, veo que algo se mueve entre los cojines... - "¿uuuy, eso que es?"-,  me acerco y veo una cigarra que quiere compartir el sofá conmigo. Como me apetece dormir solo, la pillo y la saco fuera de la casa. Ya solo nos faltaba que por la mañana se ponga a cantar con su soniquete y nos despierte al salir el sol.


A eso de las 9 nos despertamos y hacemos tiempo hasta que aparecen nuestros amigos. Preparan café y mientras recogemos las cosas.
Nos explican algo sobre las carreteras, ruta y demás. Les damos las gracias por su hospitalidad, les regalamos un par de camisetas y nos deseamos todos suerte en la vida. La verdad que nos marchamos del lugar con un bonito recuerdo. 

Lo mejor de los viajes son estos momentos y la hospitalidad de la gente.



Hospitalidad Turca

La idea de hoy es cambiar de continente, llegar al puerto de Canakkale y pasar ya a la parte europea en ferry, una vez aquí, avanzar lo máximo posible y dormir cerca de la frontera griega.


Salimos de nuevo a la carretera y enfilamos camino a Troya. Pasar por esta zona y no ver las ruinas de esta ciudad y su caballo, sería un pecado. Tras algunas paradas para tomar un té y picotear algo, llegamos a Troya.
Sacamos un par de fotos, compramos algún recuerdo y nos montamos en el famoso caballo.

     - "Manué… el caballo este es un poquito feo ¿no?. Dudo mucho que fuese así el de verdad"-
     - "Pues si, luego al pillar el ferry nos acercamos a ver el otro, que es mucho mas realista"-

Abandonamos Troya y a los pocos kilómetros llegamos a Canakkale, aquí se supone que hay ferrys que cruzan a la parte europea. Vamos buscando el puerto y de paso, el caballo de Troya que tiene esta ciudad. Llegamos a una especie de paseo marítimo, avanzamos unos metros y de pronto, lo encontramos frente a nosotros... “El caballo de Troya”.

Este es el caballo de Troya que se utilizó en la película con el mismo nombre. Al final el rodaje, la productora se lo regaló a la ciudad y desde entonces, lo tienen expuesto junto al puerto. Nos hacemos las fotos de rigor, nos acercamos a un cajero cercano a sacar dinero y vamos a la zona de los ferries a embarcar. 


Paramos la moto en una ventanilla, parecidas a la de los peajes, donde venden los ticket. Hay varios pueblos en el otro lado de la costa, y un ferry directo a cada uno, como lo que queremos es llegar al otro lado y nos da igual a el pueblo que sea, preguntamos por el primero que sale. Al entregarnos el ticket nos indica señalando: - “Es ese”. Embarcamos y en 5 minutos, salimos de regreso a nuestro continente.

El trayecto dura unos escasos 10 minutos, desembarcamos, enfilamos la carretera destino a Gelibolu, que es donde al final pararemos a dormir. Esta atardeciendo y no queremos que se nos pille la noche. Entramos en la ciudad sorteando una kilométrica caravana de camiones y coches, que van a embarcar (ni idea de a donde).


Vemos un hotel, la verdad que con muy buena pinta, suponemos que se nos va de presupuesto. Aparcamos, entramos a consultar y parece ser que solo les queda una, nos pide 180 liras por la habitación doble. Le explicamos que es demasiado caro y nos responde que al puerto de embarque, todos los hoteles están sobre el mismo precio y casi todos completos. Si la queremos, nos podría bajar a 160 liras, pero no más. Le comentamos que consultaremos en el resto y si no, pues volveremos.
Preguntamos en varios hoteles, con mejor o peor pinta y efectivamente, todos o están completos o el precio es mucho más caro. También preguntamos si hay algún camping cerca o algo y nadie nos sabe contestar. Pues nada, viendo que es lo único que hay, no nos queda otra.


Regresamos y cogemos esa habitación. Nos dicen que aparcamos en uno de los laterales del hotel, donde tienen una pequeña terraza con un par de mesas, ya que tienen cámaras y las podrán vigilar. 
Aparcamos las motos, subimos las cosas a la habitación, es una buhardilla en la que, si yo pego en algunas partes con la cabeza en el techo, Javi lo hace por casi toda la habitación.
El somier de la cama no tiene patas (lógico, para no pegarte al levantarte), todo el techo está inclinado, el baño está oculto tras unas cortinas (no tiene paredes ni puerta) y la ducha, es el único sitio donde Javi no tiene que agacharse.

     - "Ya veo yo porqué es la única que les quedaba".
     - "Tiene tela la cosa….jajaja".


Me ducho, hago la colada y como tenemos ventana y no terraza, la abro y la tiendo estirándola en el tejado. Mientras Javi hace lo propio me bajo a la recepción.

Una de las cosas por las que nos venía bien encontrar un hotel, es porque tenía que hacer unas gestiones con el seguro de la moto. 


El seguro de la moto me caducó a los pocos días de entrar en Turquía, ya sabía que esto ocurriría, pero como lo tengo para que se renueve solo, no hay problema. En caso de pasar cualquier cosa, sigo con mi cobertura ya que está renovado. El inconveniente es que claro, la fecha del papel que llevo y la carta verde constan como que ya está caducado, y en estos sitios, por mucho que expliques, no vale para nada. A parte que para salir del país y entrar en Grecia, supongo que me pedirán este colorido papel, y si la fecha que marca está caducada, no se si me dejarán entrar el vehículo o cualquiera sabe que puede pasar. 

El caso es que antes de salir solicité si me podían adelantar una copia, como no era posible, entonces hable personalmente con la gestora, acordé con ellos en que cuando me caducara y me lo actualizaran, me la enviarían por e-mail para poder imprimir el papel y adjuntarlo con la documentación de la moto. Hasta aquí todo correcto. El problema es que ha pasado una semana, el seguro está pagado y aún no me lo han enviado. A lo largo de estos días lo he reclamado a través de varios e-mails y un par de llamadas a precio de conferencia. Miro el correo y no está (...hijos de puta), miro el reloj y como aún es hora de oficina en España llamo y pregunto por la chica que "teóricamente" me lleva la gestión.... “no está”. Le comento a la compañera quien soy y que es lo que me pasa (que ya también estaba al tanto) y me dice que no encuentra el correo del seguro, y que ya no volverá la compañera vuelva.

     - "Shosho… que yo mañana tengo que cruzar una frontera con el papel, sí o sí".

Viendo que no me arreglan nada, llamo al teléfono de atención al extranjero del Seguro. Si cuando les llama el "Calleja" se lo arreglan en el momento, supongo que conmigo pasará lo mismo, que por algo es la misma compañía. Le explico lo que me pasa y me dicen que no pueden hacer nada, que todas las gestiones las tengo que realizar con la gestora de la localidad....  - "¡Anda y vete ar carajo!"-.  Joeeeeer… que yo solo quiero la copia de mi carta verde.

Pues nada, entre una cosa y otra son las 21h y aquí estoy yo con una carta verde con la fecha caducada y una frontera por delante, donde no se si me la van a pedir o no. 
Si no me la piden al salir no pasa nada, pero por delante tenemos aún muchas fronteras por las que pasar: Grecia, Macedonia; Albania, Montenegro y Croacia... Con que tenga mala suerte en una, ya tengo el viaje echado.

Baja Javi, nos pedimos unas cervezas y unos frutos secos, comienzo a maquinar hasta dar con la solución:



     - "Killo...arreglado, falsificaré la que tengo. Pídeme otra cerveza, que esto me va a llevar un ratito"-

No explicaré como, pero al rato ya tenía mi carta verde con la fecha actualizada. Esto es algo que no se debe hacer nunca, yo me vi obligado por la situación y por la ineficacia del seguro. Miedo me da tener un accidente con esta gente.

Me acerco al recepcionista y le pregunto si podría utilizar impresora, el hombre amablemente me dice que sin problemas. pero resulta que es el blanco y negro, no es en color y claro, la carta tiene que pasar por la original. Le preguntamos por un sitio donde impriman en color y nos dice un par de sitios. 

Bueno, ya iremos mañana por la mañana que ya, la hora que es está todo cerrado. Doy por finalizado mi trabajo como falsificador internacional y salimos a cenar algo. 

Nos damos una vuelta y encontramos lo que, en España sería una "tasca" donde hay un mostrador con dos cocineros que no paran de poner comidas y hay varias familias comiendo. 

Nos metemos, con el miedo del recuerdo del antro de mierda de la otra noche, pero afortunadamente fue lo contrario, cenamos tela de bien: una sopa, unos garbanzos con una salsa parecida a los callos y carne estofada con patatas. 

Regreso al hotel, un par de cervezas y subimos a la habitación a ver quién es el primero en tener una contractura cervical por tener el cuello doblado.




Vídeo resumen de la 2ª parte del relato


sábado, 7 de mayo de 2016

Destino Mármara 6 (Göreme a Finike)

Ya que nuestros amigos del globo han sido tan amables de despertarnos a las 5,30 de la mañana, con los primeros rayos de sol y viendo que se nos aproxima el ciento y la madre de globos, decidimos ir levantando el campamento, pero si prisa. Al final nos va a venir bien el haber madrugado tanto, ya que tendremos tiempo de sobra para buscar un hotelito “apañao” y hacer turismo por la zona. 

Sin duda ha sido el mejor amanecer que hemos tenido en todo el viaje y de los mejores de nuestra vida. Viendo salir el sol en un paisaje mágico y ver como poco a poco se va llenando el cielo de globos... hasta parecer la feria de Utrera. Con todos los globos que nos pasaban por encima, descendiendo a saludar y a sacarnos fotos.


Viendo que nos hemos convertido en una atracción turística más, recogemos las cosas mientras desayunamos el melón que compramos ayer e iremos tirando al pueblo.

Estaremos a escasos kilómetros de Göreme, no sabemos si vestirnos de astronautas o de personas normales. Cometemos el error de decir eso de... "para 3 kilómetros... paso de ponerme la ropa de la moto y volver a cambiarnos en el pueblo".
Me pongo la chaqueta de la moto, el pantalón fino de verano y las zapatillas de deporte, salimos por la pista, no se porqué, me da por rodar en el hueco superior que se forma entre las dos rodadas de un coche, voy lento y sin darme cuenta pillo una piedra que me frena de golpe la moto, me desequilibro, echo el pie en el suelo, no llego y.... al suelo y moto en todo lo alto (otra vez mi caída estándar, un día tendré que patentar este sistema de bajarme de la moto). La moto está perfecta pero esta vez la pierna ha salido tocada.... por gilipollas.
Para mi desgracia, en ese momento no había ningún globo cerca. Una pena, me hubiese gustado encontrar esa escena grabada desde el aire en youtube.


Javi me ayuda a levantar la moto y la movemos hasta ponerla en un sitio en el que me pueda montar sin problemas. El dolor y escozor de la pierna hace que me cueste andar y apoyarla. He tenido suerte, no está rota, pero al caerme me he golpeado con la estribera, me he arañado con media moto, tengo toda la zona completamente hinchada y me ha salido un bulto como una pelota de tenis. Me vuelvo a subir a la moto y seguimos dirección a Göreme. Los escasos kilómetros por pistas de arena que hay hasta salir a la carretera, se me hacen eternos con eso de ir de pié en la moto.


Llegamos a la población, cafeterías están aun cerradas, por lo que aprovechamos para dar una vuelta por la zona. Aparcamos en una pequeña plaza donde vemos que hay una que está abriendo, así que desayunaremos aquí. 
Tras tomar algo sólido y un par de cafés, nos acercamos a la oficina de turismo a pillar unos mapas de la zona y nos damos una vuelta para ver si encontramos.

Vemos un hotel con buena pinta y nos comentan que acaban de reformarlo y han abierto hace poco. 

     - "Vamos a preguntar, que si han abierto hace poco estarán deseando pillar gente".

Hablamos con el chaval de la recepción y tras algún regateo, nos dejan una habitación doble grande, con el desayuno incluido por casi 40 euros al cambio y que aparquemos las motos frente a la puerta del hotel. También nos dice que si queremos, aunque son las 9 de la mañana, ya podemos disponer de nuestra habitación. Aparcamos las motos en la puerta y mientras descargamos, sale el recepcionista a poner unos conos naranjas alrededor de estas.

La habitación la tenemos en la primera planta y al subir las escaleras nos damos cuenta de la idiotez del día: entre las agujetas que tenemos en las piernas de tanto andar agachados subiendo y bajando escaleras en la ciudad subterránea, y yo encima con la pierna dolorida, no hay forma de subirlas y bajarlas de forma digna (¿os acordáis de Chiquito de la Calzada?) Como sería la situación, que a los dos nos dio un ataque de risa.

Soltamos las cosas en la habitación, nos pegamos una ducha y bajamos a hablar con nuestro amigo para ver eso de los paseos en globo como va. Sería un crimen irnos de aquí sin sobrevolar la Capadocia en globo, aunque mas crimen es la puñalada a la cartera que te dan por hacerlo, aunque la verdad, merece la pena.

Hay varias empresas a elegir, pero nos dice que "estas tres" son las mas seguras, con pilotos con mas de 10 años de experiencia. Vemos que una de ellas tiene varias recomendaciones de “Trip Advisor” y similares, así que nos decidimos por esa. Mañana nos recogerán al amanecer en la puerta del hotel para llevarnos a dar una vuelta en globo al amanecer (como el del globo sea el mismo que nos despertó, se lo pincho)

El día de hoy nos lo tomaremos en plan de relax y hacer algo de turismo.
Nos damos una vuelta por las calles del pueblo y los miradores que tienen, nos tomamos unas cervezas junto al primo de Tom Petty, y a la hora de comer nos metemos en un pequeño restaurante (la "lentis soup" exquisita). Por primera vez en el viaje nos pegaremos una siesta y tras esta, de vuelta a la moto a hacer un recorrido circular por los valles de la zona.


Regresamos ya entrada la noche al hotel, nos tomamos unas cervezas, nos pegamos una buena cena y nos vamos a sobar, que mañana hay que madrugar. 

Al amanecer tocan diana. Nos vestimos mas siendo zombis que personas y bajamos a la puerta del hotel, nos recoge una furgoneta y nos lleva a la empresa de los globos. Nos ofrecen un desayuno buffet, pero a estas horas no me entra anda. Al rato nos vuelven a montar en la furgoneta y nos llevan cerca de la zona donde acampamos anoche. Nos indican cual es nuestro globo y allí que vamos.

Nos montamos en el globo teniendo la impresión que entramos en el camarote de los hermanos Marx (18 personas en la cesta, piloto y copiloto incluidos)


El piloto era lo que en España diríamos... "un cachondo", siempre estaba soltando comentarios graciosos. A medida que ascendemos, el cielo se va llenando de globos.  Hay momentos que parece que reina el caos y el descontrol, tienes un globo a escasos metros, miras abajo y tienes a otro que, como ascienda rápido nos vuelca la cesta, etc... Pero por el walky-talkie se van avisando entre ellos y saben en todo momento que es lo que tienen alrededor.


El dominio del piloto era digno de admiración, por un lado en como evitaba chocarse con otros globos y por otro como aprovecha las corrientes para acercar el globo a escasos metros de la pared y que las corrientes de aire nos ascendieran sin llegar a tocar la roca, nos iban explicando los diferentes valles y nombres que tenían las rocas de la zona y pasaba rozando la cima de estas…

En una de estas le digo a Javi:


     - "Killoooo.... ¡¡allí hay uno que ha picado suelo!!"
     - "¿Que dices tio?... Joder es verdad"

Vemos como en medio de un melonar, en un lugar casi inaccesible, hay caído uno de los globos, está la cesta en el suelo, con todo el mundo dentro y el globo a medio hinchar.

El copiloto avisa al piloto y avisa por el walky, mientras el piloto nos dice que no pasa nada, que es una maniobra "normal".  
Por lo que yo veo, según mis grandes conocimientos de "Aeronáutica Básica Aplicada a Espacios Abiertos", adquiridos en la Universidad de Wisconsin un fin de semana de puente, creo que el piloto ha bajado demasiado, se ha metido en una zona donde no hay corrientes de aire y allí se ha quedado, encajonado en un hueco. Así que ahora tendrán que ir en vehículos a buscarlos.

     - "Javi... menos mal que hemos pillado el seguro"

Tras pasar los valles, sobrevolamos el pueblo, y unos kilómetros mas adelante, llegamos a la zona de aterrizaje: un melonar con el suelo lleno de agujeros y en pendiente.

     - "¿Allí vamos a aterrizar?...no si verás tú como aún nos vamos a reír".


Aparece el todo terreno de la empresa con el remolque y deja el remolque en el estrecho camino de tierra, única parte estable y horizontal del la zona, mientras el piloto dice... "hemos encontrado un aparcamiento, vamos a comprobar mi puntería", y se dispone a dejar la cesta sobre el remolque (que mide lo mismo)

     - "Killooooo....no me lo puedo creer"
     - "Ofú que bastinazo"


El piloto comienza a ir soltando aire, maniobra mientras el copiloto lanza un cabo a los del suelo, para que sujeten el globo.... bajamos, bajamos, bajamos…



     - "¡¡Hijooooputaaaa....!!  Aterrizaje perfecto encima del remolque".
     - "Este tío es un crack".
Como es lógico toda la gente rompió en aplausos. Nos bajamos de la cesta y nos hacen nuestro "bautismo de vuelo", colocan una mesita con champan y unos dulces, descorchan la botella, brindamos todos y nos dan nuestros diplomas... ea, ya hemos montado en globo, una cosa menos de la lista. 

El resto del día lo pasamos de turismo por la zona, de cervezas y comiendo platos típicos del lugar.



(Vídeo resumen de lo que va de relato)


Nos levantamos muy temprano, sobre las 4.30am. Hoy nos marchamos de la Capadocia, tenemos que hacer una tirada larga, pero antes, queremos ver unos valles de la zona, así que o nos pegamos el madrugón o no lo vemos. Sarna con gusto no pica.



Salimos sin desayunar, lo haremos a la vuelta. Regresamos al hotel a eso de las 9 de la mañana le preguntamos que cuando tenemos que dejar la habitación, nos responde que como nos hemos pegado el madrugón, subamos a acostarnos y a eso de las 11,00 nos despertará y nos tendrá preparado un desayuno.

Puntual como un reloj suizo, nos despierta, subimos a la terraza y nos tomamos buen desayuno a base de te, algo de bollería y mucha fruta fresca. Cuando bajamos a recoger las cosas, nos dicen que no tengamos prisa en marcharnos, que no hay problema. Nos pegamos una ducha, ya fresquitos cargamos las motos y mientras lo hacemos, aparece el dueño del hotel a interesarse por nuestro viaje. Nos explica que hace poco compró el hotel y lo ha reformado, que si la tienda que hay aquí al lado es suya, etc.

Nos despedimos de esta gente tan amable, salimos de Göreme y vamos dejamos la Capadocia no sin pensar que merece la pena pasar, al menos un día mas perdiéndonos por estos paisajes.

Llega un momento en el que no lo tenemos claro, no se si nos hemos liado. Nos hemos venido arriba, hemos salido "pa´lante", "pa´lante", con la emoción y ni siquiera hemos sacado el mapa del topcase.  
Vemos a un policía en moto, lo paramos y por gestos, le explicamos donde queremos ir (esto es más rápido que parar, quitarte los guantes, bajarte de la moto, abrir el topcase, buscar el mapa, etc...)
El policía saca el móvil, habla por radio y después nos dice que lo sigamos, que él nos lleva. Se monta en la moto, pone las luces.... y vámonos que nos vamos.

     - "Manué... el tío para ir por la avenida del pueblo le va dando eehhh…"
     - "Al menos sabemos que no nos va a multar.... jajaja"

Salimos a la carretera y la pone a mas de 140Km obligándonos a ir detrás con la lengua fuera hasta llegar a la siguiente población. Nuestra escolta nos deja en medio del pueblo y nos da unas indicaciones. Nos estrecha la mano, le damos las gracias y se despide de nosotros para volver a sus labores.

Aprovechamos para acercarnos a un taller para que comprueben el kit de arrastre de Javi, que desde que se lo han cambiado no ha tensado la cadena, al ir a hacerlo esta mañana, el tornillo no gira, así que prefiere que lo vea un mecánico antes de que nos carguemos algo.
Se lo revisan, tensan la cadena, la engrasan y al preguntarle por la cuenta, le dicen que no es nada, no le quieren cobrar. Les damos las gracias y les compramos un bote de grasa para la cadena que echamos en el topcase, que siempre es bueno tener alguno de reserva.


Aprovechamos una parada en una gasolinera para tomar algo, de paso vemos el mapa y apunto los puntos de paso en un papel para luego colocarlo en mi  "gps particular".


Instalando nuestro particular GPS

Hoy tendremos una jornada maratoniana, queremos llegar lo antes posible a la costa. Por el camino, en una autovía, nos hacen señales y nos detiene la policía en un amplio arcén. Ya detenidos, nos dice el agente que nos acerquemos al coche patrulla. 


     - "Javi....la primera. A ver lo que nos quieren sacar"
     - "Bueno… ya sabes como son estas cosas…"


Suponemos que al ser extranjeros querrán sacarnos algo con cualquier escusa, como ocurre en muchos países. Nos acercamos al coche patrulla y aquí nos indican que en este tramo el límite de 90km/h y Javi iba a casi 110km/h y yo a 105km/h. Nos dicen que somos un "peligro público" y que "somos peligrosos".

Nos enseñan la foto del radar y vemos que es cierto. Es una multa con toda la razón. Nos pide los papeles y mientras que los está rellenando, le preguntamos al agente:

     - "¿Y esto como lo podemos arreglar? somos extranjeros y no sabemos como va".

A ver si nos da una respuesta que sea placentera para ambas partes. Pero no, nos ha tocado un policía de los de verdad y nos contesta:


     - "Detrás de la multa tenéis las indicaciones escritas en inglés, antes de abandonar el pais debéis ir a cualquier banco para pagarla, si lo hacéis antes de 15 días, tendréis un % de descuento en la multa".

     - "Es que estamos viajando, no sabemos ...¿no hay otro modo de hacerlo mas rápido para no tener que parar en un banco y perder tiempo del viaje?"

     - "No, tenéis que ir a un banco".

Mientras dice esto nos devuelve los papeles y hace gestos para que nos marchemos. Pues nada, nos vamos con el justificante del premio y ya veremos si vamos a pagarla o nos hacemos los locos, con suerte no nos llegará a casa. Aunque tienen razón en lo de la multa, tiene cojones que nos diga que somos peligrosos después de ver lo que nos hemos cruzado en estas carreteras, hasta camiones el dirección contraria precisamente por esta misma autovía.



Detenidos por la policía
(ver vídeo en PC, no visible en dispositivos móviles)

Entrada la tarde, llegamos a a Beysehir, una pequeña ciudad situada en la orilla de un lago. Buscamos alojamiento y solo encontramos dos hoteles, entramos en el primero a preguntar, se ve limpio preguntamos directamente el precio de lo mas barato que tienen. El precio (que no recuerdo ahora) nos parece algo normal. Vemos la habitación y está bastante bien, amplia, con aire acondicionado, con una terraza para que podamos poner las botas de la moto.... 

Como hay otro tres calles mas abajo, le indicamos que nos acercaremos también a preguntar. Al llegar al siguiente vemos que tiene ya varios lustros encima y ha vivido tiempos mejores. Preguntamos al señor mayor de la recepción, que sin duda, estuvo en la inauguración del hotel. Nos dice el precio de la habitación, y la diferencia respecto al otro creo que no llega ni a unos 10 euros al cambio.

Nos acompaña para que veamos la habitación y nos metemos en un ascensor que, aunque tiene buena presencia, parece que sube por un sistema de poleas tirado por un elefante. Llegamos a la 4 planta (gracias a Dios) y vemos la habitación. Un trabajador de una inmobiliaria te diría que es "acogedora", osea...lo que viene siendo pequeña para el resto de mortales. Realmente está bien, lo malo es que las camas son pequeñas, Javi no cabría en ella, se le saldrían los pies. Le decimos que lo pensaremos y que preguntaremos en mas sitios, nos volvemos a meter los tres en el ascensor y … ¡ZAS!

Se apaga la luz y se atranca. Al tercer intento vuelve a funcionar y llegamos a la planta baja sanos y salvos. Salimos de este lugar y nos marchamos al otro. Por un poco mas, sabemos que no moriremos en un ascensor al subir con todos los tiestos.

Soltamos las cosas y aprovecho para hacer unas mejoras a mis botas. Hace unos días comenzaron a sufrir un proceso de desintegración progresivo, del que ya veo que no hay vuelta atrás. Agarro el rollo de cinta americana vuelvo a sujetar la suela y ahora también, el talón. En estos casos, una persona lógica aprovecharía para comprarse unas nuevas. Nosotros hacemos una porra a ver si llego a España con ellas puestas o con unas chancletas, hay que darle emoción al viaje.

Desde al terraza tenemos con vistas a lago y una vez aseados, nos sentamos un rato a charlar y descansar. Cuando escuchamos la hora del rezo, nos bajamos a dar una vuelta por el lugar y ver donde cenar. 

Nos aceramos a la orilla del lago, donde hay montada una especie de feria con muchos tenderetes, pequeños carruseles de feria para los niños, música y muchos puestos de ropa. Se ve que hoy termina el Ramadán y están de celebraciones.

Lo raro es que no vemos puestos de comida, solo pequeños restaurantes abarrotados y pequeños puestos, donde venden una especie de "turulo" o "durum" de pan de pita con una especie de pasta rojiza muy pegajosa. Como vemos que hay numerosos puestos de estas cosas y mucha gente comiendo los "turulos", decidimos probarlos (donde fueres....).


Le preguntamos a la muchacha de que están rellenos, pero no habla ingles y nuestro turco no es muy fluido que digamos, así que vamos de valientes nos pedimos uno cada uno sin saber lo que es, y ya de paso un par de latas de refrescos. Nos lo ponen todo en una bolsa para llevar, nos acercamos a parte del paseo que da al lago, nos sentamos en la orilla y mientras que estoy sacando los refrescos, Javi le mete el primer bocado...

     - "AAAHHHGG...Dios como pica esto…pppff" (en este punto diré que Javi no aguanta el picante nada bien).

Veo que la cara de mi compañero de viaje ha cambiado completamente, pasando a estar "colorá" como un tomate.

     - "Joder...que exagera o eres" - Le digo mientras le meto el primer bocado y al poco tiempo, se me cambia la cara. - "Puuufffffff......pues si que pica, si que pica.... me cago en su p….madre"

Mira que a mi me gusta el picante, pero no veas que mal trago. Como estamos muertos de hambre, hacemos de tripas corazón y seguimos comiendo, pero llega un momento en el que Javi me dice.


     - "Tío no puedo... esto pica un montón" - (y lo echa dentro de la bolsa)

Mientras yo me termino el mio mientras pienso en los ardores de estómago que tendré mañana.... pfffff, que mal rato. Javi me ofrece lo que le queda del suyo por si aún tengo hambre y educadamente rechazo su ofrecimiento con un … "¡que disseeeeee, quita,quita!"


Regresamos al hotel y Javi me dice que tiene hambre, así que vamos mirando donde pillar algo para cenar (segundo intento). Vemos un sitio donde dan de comer, el típico bar de "mierda" para que nos entendamos. Ya, a las horas que son, es lo único que hemos encontrado abierto. Es esto u otro puesto de "turulos" radioactivos de esos.


¿Sabéis esos sitios que dices... tiene una pinta de mierda pero la comida, estaba exquisita? Pues no, no era uno de esos lugares. La comida estaba peor aún que el local. 

No hay mucho para elegir, de hecho no hay donde elegir, esta cerrada la cocina y nos dicen que solo nos pueden poner pollo con arroz, una especie de estofado de cordero y un arroz con no se que. Como son platitos pequeños pedimos esas tres cosas para compartirlas.

A los pocos segundos nos ponen los platos en la mesa y a parte unas rodajas de tomate pochos con lechuga seca que nada mas verlas le digo a Javi... "yo eso no me lo meto en la boca".
Echamos mano a la comida y está todo frío y malo, pero siendo lo único que hay y que ya están barriendo el local, pues nos toca aguantarnos. Sin duda fue el peor sitio donde comimos en todo el viaje.

Regresamos al hotel, abrimos la cantimplora de emergencia y nos echamos un ron cada uno por eso de desinfectar el estómago y a la cama a dormir.


A la mañana siguiente, preguntamos en la recepción donde está el desayuno y nos indican que subamos a desayunar a la terraza del hotel que ya tenemos el desayuno preparado. Desde aquí tenemos unas buenas vistas de la plaza y parte del lago. Llegamos a la mesa y no se por qué... llamarnos locos, clarividentes o lo que queráis, pero nos dio por pensar que solo éramos 4 los huéspedes de este hotel, no preguntéis el por que...

Agarramos nuestro plato y como tienen una cesta llena de pan de pita recién hecho, pillamos un par de trozos grandes para el camino. Ya con el estómago lleno, cargamos las motos y nos vamos a seguir ruta. Para variar, salimos y en vez de torcer por aquí, torcemos por allí y nos perdemos por una zona residencial de la ciudad, una vez orientados, en la otra punta de la ciudad, echamos gasolina, sacamos el mapa y apuntamos en el papel la ruta y seguimos.

Enfilamos dirección Antalya, con la intención de ver unas cascadas que hay por la zona. Bajamos por una carretera de montaña hasta enlazar con la de la costa, donde ya el tráfico aumenta considerablemente.



Llegamos al Manavgat  (pueblo donde están las cascadas), en un semáforo vemos a dos chavales en moto y les preguntamos por estas. Nos dicen que los sigamos, que nos llevan ellos. Les damos las gracias y los seguimos hasta llegar al lugar. Aparcamos y dicen que se vienen con nosotros a verlas.  Al llegar al río, aprovechamos para meter los pies en el agua fría y descansar un poco de la "caló", que sentados junto a la orilla, el fresquito se nota tela.



Se coloca Javi para hacer una foto, pero no se la puedo sacar bien ya que hay mucho turista que se cruza, en esto que nuestros nuevos amigos se dan cuenta, se colocan una a cada lado y... comienzan a empujar y echar a la gente del sitio (nos partíamos de risa).

Nos pedimos unos refrescos e invitamos a nuestros "escoltas". Mas tarde volvemos a la carretera y nos despedimos de ellos en un semáforo.
Continuamos hasta el teatro romano de (uno de los mejores conservados del mundo), aquí hacemos una parada en un pequeño puesto en la carretera para tomarnos un zumo de naranja narutal y pillar unas botellas de agua.

Desde aquí continuamos hasta llegar a Finike al atardecer. Al atravesar esta población nos llama la atención lo animada que está, calles llenas de gente, muchas terrazas con gente tomando algo... Valoramos quedarnos aquí pero mañana por la mañana queremos ver las ruinas de Mira y el pueblo de Demre, que es donde están, lo tenemos a tan solo 30 kilómetros.


     - "Bueno, vá... seguimos a Demre, al ser tambien población de costa, estará igual de animado que esto".

La carretera va paralela a la costa, entre las calas y pequeños acantilados. Hay muchas curvas y el paisaje es muy bonito. A estas horas ya el tráfico se ha reducido y lo que vemos son las familias que están ya abandonando las calas de la playa y poco mas.


Llegamos a Demre y nos llevamos la sorpresa. Parece un pueblo fantasma rodeado de invernaderos, todo está cerrado, no hay gente por las calles, todo muy gris, nos metemos con las motos por el interior a ver si mejora pero nada.


     - "Javiiii....fijo que en la próxima curva se nos aparece una orda de zombis a lo Walking Dead
     - "Por la cara... faltan las bolas de ramas secas rodando como en el oeste".

¿Como es posible que a 30 kilómetros esté la población rezumando vida y esto parezca un pueblo post-apocalíptico? Visto lo visto, decidimos deshacer lo recorrido y volver a Finike, volviendo a ver esta misma carretera desde otra perspectiva y ya a oscuras.

Llegamos al pueblo, vemos un hotel con pinta de normal, trente a unos amplios aparcamientos vigilados.... ¡este es el sitio!.

Preguntamos y nos parece bien el precio (tampoco tenemos ganas de dar mas volteretas, para ser sincero). Ya una vez aseados y con la tarea hecha nos bajamos a dar una vuelta y tomar algo. Vemos que frente al hotel hay un restaurante de pescado con mucha gente, nos acercamos a ver los precios y están bastante bien, preguntamos si tiene cerveza y nos responden afirmativamente y comentan que cierran tarde... ¡¡estupendo!!
Seguimos dando una vuelta y si no encontramos nada mejor, vendremos aquí.

Nos paseamos por la zona y volvemos al lugar, la verdad que después de llevar tantos días comiendo carne, nos apetece pescado (somos de Cádiz y eso tira mucho), encima ayer casi no comer y cenar de pena, necesitamos cenar bien, tanto por nuestro estómago como anímicamente.




Nos recibe el dueño, nos coloca en una mesa y nos da la carta, vemos que hay un plato para dos de pescado variado, así que lo pedimos junto a dos cervezas frías y mientras nos las sirven, el dueño del local conversa con nosotros y nos traen un pan de pita a cada uno por si queremos untar una salsa de yogur mientras esperamos al plato principal y al poco tiempo, aparece la bandeja de pescado con un par de doradas, calamares fritos, gambas, pulpo y mejillones.

La verdad que a diferencia de anoche, cenamos tela de bien.


(Vídeo resumen de la última parte del relato)